Todo surgió cuando nos encontrábamos en La Palomera observando el doble cúmulo de Perseo y alguien preguntó a qué distancia se encontraba dicho cúmulo. Así, redondeando, nos aventuramos a decir que se encontraba a un huevo de distancia. Es mas, corregimos rápidamente, ¡se encuentra a un huevo-luz!
Posteriormente, durante una memorable noche en Tosos (después de unos cuantos vinos todo sea dicho) quedó definitivamente definido el Huevo-Luz como la distancia que recorre la luz en un huevo de años.
Pero, ¿cuánto es un huevo de años? cabría preguntarse. Para encontrar la respuesta a esta intrigante pregunta nos tendríamos que remontar al comienzo del Neolítico, cuando el hombre descubrió la agricultura y construyó las primeras herramientas para arar el suelo. Todo el mundo estará de acuerdo en que éso ocurrió hace un huevo de años. Siendo un poco mas precisos, hace 7000 años, luego no podemos sino concluir que un huevo-luz, equivale a la distancia que la luz recorre en 7000 años, o lo que es lo mismo, a 7000 años luz.
Aquí es cuando comienzan a ponérsele a uno los pelos de punta, porque resulta que el doble cúmulo de Perseo se encuentra exáctamente a 7000 años luz de distancia, o lo que es lo mismo, ¡a un huevo-luz! Todo encaja.
Ésta es pues la curiosa historia del nacimiento de esta insigne unidad de medida, que quedará inmortalizada en este blog y en la web del EAS para el conocimiento de generaciones venideras.